domingo, diciembre 26, 2010

El taxi donde acaba el año, Fantastic y una canción escocesa

"Siempre he tenido miles de momentos en los taxis. Me creo especial por ello, claro que sí, como todos vosotros. Es probable que siempre sea el mismo coche el que mi sedienta confesión coja. Ayer he recorrido miles de kilómetros junto con ese conductor maldito y oportuno, ayer tuve la sensación de final. Vi a varias personas, una evacuando, otras besando, otras en espera, una en soledad, siete en coloquio, trece actuando y varias más sin memoria. Mientras tanto, la radio de mi precaria mentalidad de madurez entona un par de canciones de despedida, “ella” cree que es la  mejor banda sonora. Después empiezo a preguntar a mi alma que cuál es la meta, qué cual es la vía, que cuál es el nombre. También creo que esa chica es superficial, y que no se merece, ni mucho menos, el cariño de mi ecléctica amiga. Son varias creencias las que de repente aparecen en mi. Soy así, no tengo credo, tengo intuición, o al menos eso intuyo. Veo a trescientos chicos con gruesas gafas y sin falta de visión, creo que todos ellos son unos comediantes, me hacen gracia. No podría llegar a determinar cuanto ha durado un año ni cuanto es lo que ha durado mi vida porque no soy capaz de contar ni de sentir el verdadero significado de todo lo que he dejado atrás y delante, izquierda y derecha: todo está por ahí esparcido, sin regla ni ley, y es muy poco probable que mi gastada alma encuentre un orden. Una especie de espíritu Kerouac invade mis ojos y corre un tupido velo de amor, hace que me vuelva melancólica a propósito de mi misma, me vuelve prolijamente sentimental para darme pie a lo moral, a lo ficticio, a lo satisfactorio… a lo cósmico.  Sigo en un taxi moribundo que esta llegando al final de su vida, que me ha visto nacer, vivir y morir, y que se irá conmigo a mis sueños cuando dé un paso en el exterior. Todo lo que deja de pasarme muere. Y es que creo firmemente en que el tiempo sólo me pasa a mi, sin excepción, y creo que todos estos días han sido míos sin explicación. 
Pero todo ese historial intangible es lo que ha quedado sellado en mi alma, y con mis triste ausencia de pesimismo mantengo el recuerdo sin memoria de todo aquello que me ha pasado, que se ha extinguido, que tan sólo guarda un imprescindible sentir y que ha tallado el corazón."  
*Recordatorio de vida, por y gracias a Carmen Espada

*ElcuentodeSophie os desea el mejor año de vuestras vidas, o al menos, 
un par de alas 

lunes, diciembre 20, 2010

Papa Noel, cariño, he sido tan buena como Eartha Kitt

Este es un mensaje de Navidad: Soy una persona típica y regular que rige su vida según horarios, según hábitos, que tengo listas para todo y todos, que vive cumpliendo una serie de normas sociales, políticas, jurídicas, dietéticas, fantasmales y cósmicas. Soy una “tipa” realmente normal, nunca me he roto ningún hueso, he tenido todas las enfermedades que se deben tener durante la infancia, he tenido mascotas, varios amigos imaginarios, una casa con un gran patio, domingos familiares, hermanos y padres que me han malcriado de manera majestuosa. Soy uno de esos seres que lee lo política y literariamente establecido, correcto, que opina de todo, que analiza las cosas y las estructuras, que ve los telediarios y todos esos programas de TV que los hipócritas confiesan que “jamás han visto”… Soy realmente aburrida. Soy una chica que ha tenido toda su vida vacaciones en el mar, comida en la nevera, gente a su disposición, colegio donde perder el tiempo, universidad donde dormir, bibliotecas donde sobrepasarme y una TV donde morir. Soy un ser que ha crecido con MTV, que tiene marcas de varicela, que aún conserva su apéndice, que alguna vez ha sido arrastrada por una ola y que tiene un par de cicatrices en las rodillas. He tenido todos y cada uno de mis años de vida un árbol de navidad en mi salón, un Belén debajo, un cena en familia, una radio con música de fiesta a las 12 de la noche, mucho turrón y carne, cuarenta grados el 31 de Diciembre y dos el 1 de Enero, miles de besos y abrazos. Soy una señora de 20 años que se queja por todo, que se alegra por todo, que llora por todo, que se sorprende por todo; que siempre tiene sueño y que es extremadamente cursi. Soy una chica que lleva 20 años con la misma almohada y que jamás, jamás ha ido al colegio si llovía.
Y soy una niña de 22 años que sigue pidiendo regalos de Navidad porque realmente los necesito. Soy una soñadora. Y todos vosotros también. Feliz Navidad.”
   

jueves, diciembre 16, 2010

La etapa de mi vida en la que soñaba con el unicornio



El otro día la señora que duerme en el portal profundo me contó el siguiente sueño, al que pondré nombres imaginarios para no hacer alusiones a la realidad y todo parezca mucho más mágico y esotérico: 
"Estábamos en la casa de Morón, y de repente venía Margot con su hijo P.V. Lo rarísimo en todo esto es que P.V. era enano. Yo no lo veía desde hace más de 20 años y creía que había crecido, así que miré a Margot sin poder disimular y ella, consciente de mi gesto, respondió sin que yo soltara palabra: “sí, se quedó así”."
Pensé, cuando me lo contó, que era un sueño extraordinario y una de las cosas más graciosas del mundo. También pensé en todas las maneras y posturas que lleva encima la gente de hoy en día y que les hace aburridos hasta en sus sueños. Ellos ya no sueñan ni con enanos, leones o unicornios corriendo por la calle. Ellos ni siquiera son capaces de recordar que han soñado. Y qué triste me parece. Me aburro de solo pensarlo.
Así que ahora os contaré otra parte de un sueño pero esta vez mío, pero no lo contaré del todo porque soy muy egoísta e inocente, así que quiero que imposiblemente se cumpla, aunque sea en sueños otra vez: 
"Me escondí en un garage que estaba en un sótano de un barrio tipicamente americano, y la puerta quedó abierta. Yo estaba detrás de un Mustang. Como era un sueño, también podía ver que pasaba en la perspectiva calle: un hermoso unicornio blanco venía corriendo, fue por eso que me escondí. Cuando llegó al garage, giró la esquina de la casa americana y a la vez, se iba convirtiendo en un toro. Todo ocurría a cámara lenta. Como yo no tenía escapatoria, cerré los ojos. Cuando los volví a abrir, estaba en la biblioteca más grande del mundo, más de siete pisos de libros antiguos y llenos de polvo... FIN." 


viernes, diciembre 10, 2010

La historia de la chica con cara de Rita, la dulce y amarga Rita


"Rita dice que no puede soportarlo. Se pregunta porque le llaman constantemente de aquel sitio tan feo e inhóspito, no es capaz de entender.
Rita siempre va. 
Rita también se pregunta porqué ha dado su vida a pensamientos que se han llevado parte de su corazón. Nadie tiene respuesta.
Rita me preguntó un día sobre aquel país que le narré en una historieta inventada. No fui capaz de decirle la verdad.
Rita sigue preguntándose porque ha dado su vida a gente que no aguanta.
Pero Rita no tiene miedo a caer, ella se enfrenta sin más.
Rita siempre vuelve.
Rita sembró la duda en mi cabeza sobre si de verdad podré llegar al mar al que lleva este río. No entiendo muy bien a que se refiere.
Rita prometió darme una respuesta pero sinceramente no creo que en ella no haya más que honestidad, así que no pretendo nada más. 
Rita vivió varios momentos endemoniados.
Rita vivió el amor de la soledad.
Rita creyó en la resurrección.
Rita no tiene miedo a caer, ella se enfrenta sin más.
Rita creyó en los momentos en que todo queda establecido.
Rita cree en que eso no se puede explicar.
Oh, dulce Rita, ¿a qué mar crees que perteneces? ¿piensas que no hay tierra firme? 
Rita se marea en los largos viajes, pero hace como si no pasara nada. Lo aguanta porque quiere llegar a la respuesta del destino.
Rita aún se acuerda del día que nos conocimos, dice que le conté mi infancia en verso.
También se acuerda de cuando se fue de casa después de tantos años.
Rita me enseñó aquel estribillo de su canción.
Rita sabe que necesita paciencia.
Rita me enseñó que la suerte es un arte. 


Cuando se le preguntaron por qué la llamó "Rita", respondió: "Pues, ella me pareció ser una Rita".

*Apuntes por si queréis "tocar a Rita"




domingo, diciembre 05, 2010

Mi amiga y reina Kate fue bastante cruel pero quiero verle

*Escalera en Budapest, por María García Cabeza 

“La niña se enfrenta al camino como una mujer,
su chico la aguanta bajo la lluvia,
baila con ella mientras las gotas caen.

 Se quedó con él desde el principio porque es bueno, porque lo hace bien. Pero está más que claro que deben dejarlo. Ella se irá, se irá por dónde vino porque es la única salida, y tú te quedarás en las montañas porque es la puerta de tu casa, de tu alma y de tu destino. Se quedaría aquí si no tuviera tanto miedo al frío y a los ojos, es evidente que no se atreve. Desde el principio ha aguantado como una señora.  Pensó que esto no estaba en su destino, pensó que romperías aquel muro de pintura vieja y sin color que tanto le molestaba, pensó que aquel corazón que arrojaste en la barra del bar lo habías dejado latir en sus manos. Quizás fue así, pero ella no encaja aquí. Sabes dónde quiere estar pero no te importa. La maldición no conseguirá ser más vil porque aun la lleva aquí y lo peor de todo es que no puede quedarse. Ninguno de los dos siente dolor porque no lo hay, y en aquel patio interior con escaleras de caracol la luz tenue atravesó las gotas, el pelo y el silencio de la nieve, todo golpeó el alma y el corazón de los cobardes y les hizo una coraza de mármol y compasión. Finalmente se dio cuenta que es como el resto, y que el pelo de esa coleta acabará por caerse a los treinta y dos años. Llovió desde el primer día, todas y cada una de las noches de soledad que pasasteis. Y su amiga y reina Kate le enseñó en aquel roñoso bus de mediodía que la canción que puso de fondo era una mentira. Fue bastante cruel pero tiene ganas de verle. Ella cree que han aguantado bien. Volverá pero no a las montañas, regresará a la ruta de lo escondido.  Cuando te vuelva a ver hará que jamás le hayas visto llorar. Te pedirá que por favor no le recuerdes como aquel día, que te olvides de su suciedad y hambruna, que te olvides de tu mundo.  Volverá a ser la tipa que canta sola bajo la lluvia, intentando quitarse la maldición, que odia las montañas y que sin embargo, no puede vivir sin nieve. Hoy es la última noche bajo la lluvia”



jueves, diciembre 02, 2010

Las tres historias de una misma canción como las de Nick Cave



Acuérdate de mí pero sobre todo acuérdate de ti

Es Domingo por la mañana y escucho una canción de Viernes por la noche, triste y melancólica. Ayer Nina Simone me  llamó a gritos desde una venta del edificio de enfrente, desesperada, cualquiera podía intuir la exasperación de su voz. Por eso me asomé a la estropeada ventana y le dije: Ey Nina, ¿qué pasa? Entonces me cantó su canción de más y más vida. Me dijo que era una estúpida por creer en las reglas y las normas, que todo era un invento de esos personajes que se creen por encima del bien y del mal, que todo es una farsa de los creadores de la falsa moral, de la virtud, del alma y del espíritu, todos unos cansados. También me dijo que cuando me canse de todos mis padres y madres iré a verle, que cuando los payasos del circo de la noche no les quede más que pintura buscaré el color sincero, el color puro, las cromo-tormentas.

...

En tu mente chica esta la historia de Nina Simone, esa historia que tú misma inventaste. Creíste en la paradoja de la moral que el mundo inventó para ti, creíste en el aire azul que te predicaron los payasos del circo de la virtud. En tu mente esta esa canción de amor que enseña corazón por corazón, lágrima por lágrima, grieta por grieta. Entendiste a los que te dijeron que eso es el mal y eso es el bien, te olvidaste de camellos, leones y tigres. Te pusiste un vestido azul y saliste a caminar sin pensar en todo el cuadro que había delante de tus ojos. Pero te fuiste a donde todos ellos te afinaban el camino para convencerte del dolor del mundo y de las almas, y tú caes ante el dominio de sus voces y las rotas almas de plástico. ¿No volverás a casa cuando te percates de todo eso?  Allí donde el viento te susurra lo que debes hacer. Aquel tío rubio que te predico amor ahora saluda desde el medio país sin acordarse de la melena de su chica, de su vida y de su olvido.  Y tú y tu mente están dispuestas a no hablar, a no sentir, a entregarse el olvido porque todo eso ya ha sido demasiado, ¿no es así? Y cuando pase lo siguiente y lo que viene detrás, el mundo destruirá "tu vida por los demás" poniéndote delante tu espejo, el espejo que tú no has puesto delante de tus ojos. 

...

“La señora de veinte años está sentada en su habitación que es la tumba de la brillante melena de su cabeza, no se atreve a salir a la calle por miedo a ser como los demás mientras toda esa gente se amontona en sus cuatro metros cuadrados. Cree que saliendo de allí se romperá, rasgará y doblará todos los huesos y pieles que cubren las almas que forman su ser. ¿Tienes miedo al aire, Jane?  Entonces a lo que te dedicas es a adornar las estrellas, lunas y soles que cubren tu suficiente mundo de magia, tu agotable sentido de la poesía. Un día te atreviste a decir que ya me pasaría y que ya me tocaría. ¿Crees que te seguiré? Tus machaques y magulladuras ya empiezan a verse en tu perfecto rostro sin cicatrices de verdad. Eres la señora de los veinte años que tiene miedo a la sinceridad. Tu virtud y tus escalas te las has inventado y persigues el amanecer de la honestidad que pretendes proclamar. ¿No es demasiado tarde Jane? ¿Sigues creyendo que te seguiré? Estoy segura que no tienes intención de mirar a los cuerpos de tu habitación y que ninguno de ellos se ha puesto debajo de tu piel, ni siquiera las canciones por las que tanto mueres.  Sigues quemada por tu venganza y por las rubias que no están a tu altura y que jamás sabrán quien eres sino te necesitan para probar tu corazón. Pero no te preocupes, siempre puedes volver a junto de él cuando quieras, siempre tendrás tu precoz vejez a tu disposición. Y no te olvides del aire Jane, la oscuridad habita allí fuera y es posible que algún día la luz de tu habitación acabe por fundirse.”

*Lo de Nick Cave es porque esta sonando de fondo en mi BSO particular, pero cualquier símbolo personal en forma de canción es aplicable. En ElcuentodeSophie nunca se impone nada