viernes, diciembre 14, 2012

Caligrafía de Babilonia


Carta de Babilonia a Arquímedes. 14 de Noviembre de 1974. Era un día rojo.


"Querido Arquímedes:

Pensar que un aburrido no es tan triste como quien se deja aburrir. Siempre me pareció así de triste. 

Millones de caníbales atormentando mi ya de por si atormentada mente. Podría ocupar mi cabeza con otras cosas, dejar de lado mis miedos crecientes. Pero me aferro, para no dejarte caer, para hacerte ver que no eres lo que esta en esa jaula. Haz tu grito, ese con el que me pides ayuda, y te diré lo que tengo que decirte. Sabes como lo hago. Sabes lo que quiero decir. Y ahora me dejaré de bromas, te caes sobre tus rodillas y yo me voy. Cambio el rumbo. Pero escucharé mi llamada cuando oiga mi nombre. Está todo muy vacío en ese valle en el que vives, cuando tu caminas el sol se pone y los miedos de la gente se van. Ya no queda nada para comer más que mis uñas, deseos e ilusiones. Y ese dolor que tengo hoy en mis entrañas, no se va. Vuelve. 

Déjame decirte una cosa:

A veces quiero volver a tiempos pasados, cuando escaparme era tan fácil, y perderme mucho más. Cuando creía en el vacío, cuando el silencio me llenaba, cuando el ruido me complacía. Tengo cosas con que llenar mis horas. Pero no volveré sin ver el tiempo de las uvas. Escucharé mi nombre cuando vuelvas a gritarlo.


Te quiere,
Babilonia."



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